El quiebre que se da entre las prácticas y los objetos provenientes de un ambiente más ligado al campo y las relaciones familiares; por otras de tipo autónomo más acordes con la vida en la ciudad y con las nuevas expectativas de progreso económico y bienestar social que han venido siendo implementadas a partir del período de modernización latinoamericana son el propósito de este blog que busca reflexionar sobre nuestro pasado y sobre el devenir globalizado de la sociedad que habitamos.

Máquinas para afeitar


Antes, los indígenas americanos se afeitaban con piedras de obsidiana, las cuales al fragmentarse dejan una arista afilada. Posteriormente, ya en las ciudades, la única forma de afeitarse era con navajas o cuchillos y requería de gran habilidad para no provocarse heridas en la piel. No obstante, en 1985 el estadounidense King Camp Gillette diseñó una hoja de rasurar con navajas desechables montadas en un mecanismo de seguridad. Dicho invento, además de hacer inmensamente rico a su fabricante, revolucionó la forma en la que millones de hombre y mujeres en todo el mundo eliminan los vellos indeseables del cuerpo.

Las Películas de Betamax


El Betamax es el formato de video pionero en el mercado de la videograbación. Fue introducido por la empresa Sony en el año de 1976, antes de que la JVC y Panasonic lanzaran un año más tarde su rival el VHS. Este sistema, de tamaño más pequeño que su competencia, permitía grabar programas de televisión, incluso mientras se veía el otro canal. Una imagen de este sistema, descatalogado hoy por los nuevos formatos de grabación digital, la podemos encontrar en sitios como Mercadolibre.com a precios increiblemente bajos.

La electricidad


Un caso palpable de lo emergente relacionado con lo hegemónico es la llegada de la electricidad a las grandes ciudades. Beneficios para quienes se cambiaban del vapor y el gas a este nuevo servicio, una saturación de productos eléctricos para el uso domestico, alumbrado público para las comunas, las casas, los establecimientos comerciales, fueron parte de las dinámicas que asumía la sociedad y que configuran la modernidad de principios del siglo XX en Latinoamérica. Este aviso publicado en el Periódico El Ferrocarril de Santiago de Chile el 26 de enero de 1900 nos evidenica el hecho.

Las Novelas por Entregas


Se trata de narraciones semanales que se popularizaron a principios del siglo XX en América Latina y que eran distribuidas en kioscos o directamente en las puertas de las casas de los suscriptores. Este tipo de textos crea un nuevo público ampliado que no se había presentado antes en el mercado y que desborda los circuitos tradicionales de lectura. Una lectura veloz, realizada más por placer que por aprendizaje, que habla de la ensoñación y el deseo de conformar un hogar, tener una familia, las relaciones afectivas, etc. Dicho artefacto cultural, elaborado para un público con imitaciones sociales y económicas, podría ser leído como una esperanza que motivaba las expectativas de progreso y ascenso social de las personas.